Neues Museum

Rehabilitación, ampliación y complementación de la Isla de los Museos.

Berlín 1993-1995

 

Concurso por invitación: Giorgio Grassi. Con M.Portaceli, N.Dego. E.Grassi, S. Malcovati, S.Pierini, G.Zanella.

El primer premio, en el concurso convocado en 1993, para la realización del proyecto y obra de rehabilitación y ampliación del Neues Museum de Berlín se obtuvo en colaboración con el profesor Giorgio Grassi. Diversas circunstancias –cuyo relato no es propio de este texto- cancelaron el contrato, finalmente adjudicado al equipo, encabezado por David Chipperfield, que había obtenido el segundo premio y que ha rehabilitado el histórico edificio.

El edificio fue diseñado por Friedrich August Stüler, discípulo de Schinkel, en la llamada isla de los Museos (Museumsinsel) y su construcción se lleva a cabo a mediados del siglo XIX, durante casi veinte años. En el conjunto de la isla de los Museos se organizan, con mayor o menor fortuna, cuatro edificios de uso expositivo a espaldas del Altes Museum: La Alte Nationalgalerie, obra también de Stüler (1841), basada en un croquis del emperador Guillermo IV y construida entre 1866-1876; El Bode Museum, antiguamente Kaiser Friedrich-Museum, cuyas puertas se abrieron en 1904; El Pergamonmuseum, construido entre 1910 y 1930 según diseño de Alfred Messel y el Neues Museum, cuya rehabilitación y ampliación requerían las bases del concurso convocado.

Cinco aspectos fundamentales se requerían. El primero atañe a la reconstrucción del museo; los graves bombardeos acaecidos durante la Segunda Guerra Mundial supusieron la pérdida de dos alas del noroeste del edificio -que limitaban uno de los dos patios que definen el museo-, de la torre del ángulo sureste así como del cuerpo central de escaleras que articulaba ambos patios.

Una segunda exigencia, suscitada ya en fase de concurso y muy cuestionada durante el desarrollo del proyecto, reclamaba una conexión aérea –mediante la reconstrucción del puente destruido que había sido realizado también por Stüler- con el Altes Museum, que desfiguraba la exenta y canónica concepción del edificio de Schinkel.

La tercera cuestión que se planteaba demandaba la ampliación del edificio original en atención a la extensa colección objeto de exposición. De este extenso elenco –cuarto requerimientos- cabía destacar la exhibición de dos obras maestras: el busto de Nefertiti y los restos del templo de Tel el Amarna.

Una quinta exigencia exigía la creación de un recorrido integrado entre el Neues Museum y el Pergamon Museum: la propuesta debía resolver un recorrido breve que procurase una visita exclusiva a las piezas más relevantes de ambos museos y que puede resumirse de este modo: Templo de Tel El Amarna y el busto de  Nefertiti -en el Neues Museum- y la Calle de las procesiones, Puerta de Ishtar, Puerta del mercado de Mileto, Altar de Pérgamo  y la  fachada de  Mschatta -en la secuencia canónica del Pergamon-.

La propuesta del proyecto se puede dividir en dos partes: La primera trata de los criterios de reconstrucción del Neues y de su ampliación cuya problemática plantearé sucintamente; la segunda, no menos relevante pues afecta a la definición de ciudad, se refiere al complejo de los museos y es el resultado de la lectura crítica de su condición actual, de sus recíprocas relaciones y de su vinculación con la ciudad. El tratamiento de los problemas que surgen –cuya complejidad y extensión así lo aconsejan- se explicitan más adelante.

Con respecto al Neues Museum, se propone una reconstrucción en atención a la trama implícitamente contenida en el actual trazado del museo, como si se tratase por un lado de sus fragmentos destruidos y por otro del antiguo Packhofsanlage diseñado por Schinkel a espaldas del Altes Museum. Estas dos referencias guían la estrategia de proyecto del nuevo edificio e incluso determinan la expresión estilística del mismo, de modo que tanto la reconstrucción de los fragmentos derruidos como la ampliación (que pretende expresarse como estos), se liberan de todo ornamento y se definen mediante un material pobre, como el ladrillo cara vista, otorgando una apariencia incompleta. Su ampliación, necesaria por la gran cantidad de obras objeto de exposición, se enfrenta al hecho de la altamente masificada Isla de los Museos; la propuesta debe por tanto conciliar en la medida de lo posible esta contradicción.

Apoyándose en la tipología edilicia de edificio con un cuerpo central -el imponente espacio del antiquarium- y un patio a cada lado, la propuesta plantea dicho volumen como elemento que ordena el complejo espacial. El vaciado del antiguo hueco de escalera se destina a antiquarium de los elementos decorativos del anterior espacio bombardeado. Estos restos arquitectónicos, fragmentos y calcos evocan con su disposición en los paramentos que los contuvieron la memoria de un espacio desaparecido que ya no existe. La potencia de este espacio sirve para referencia y orientación del visitante, organizando las diversas colecciones que dentro del Neues Museum pueden ser contempladas. Los dos patios divididos por el gran espacio central, denominados originariamente patio egipcio y patio griego, se cubren con cristal y, fácilmente accesibles en planta baja, se proponen como salas de exposiciones temporales.

Desde el recuperado acceso que recae a la Kolonnadenhof, el eje ordenador de los espacios principales se prolonga –en planta baja- para enlazar con el edificio de ampliación que discurre paralelo al Kupfergraben. De este modo, se establece una secuencia formada por el vestíbulo, el antiquarium y una sala de considerable altura e iluminación cenital, cuyo objeto de exhibición es una de las piezas clave del Museo Egipcio: el Templo de Tel el Amarna. Este cuerpo transversal con iluminación cenital enlaza con el volumen lineal de la ampliación, junto al canal, que evoca la aduana proyectada por Schinkel en ese lugar –la Packhofanlage-, ajustada en su longitud a la del Neues Museum, del que es ampliación. En el eje de enlace se sitúa, como no podía ser de otra manera, la joya de la colección: el impresionante y exquisito busto de Nefertiti.

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Neues Museum

Rehabilitación, ampliación y complementación de la Isla de los Museos.

Berlín 1993-1995

 

Concurso por invitación: Giorgio Grassi. Con M.Portaceli, N.Dego. E.Grassi, S. Malcovati, S.Pierini, G.Zanella.

El primer premio, en el concurso convocado en 1993, para la realización del proyecto y obra de rehabilitación y ampliación del Neues Museum de Berlín se obtuvo en colaboración con el profesor Giorgio Grassi. Diversas circunstancias –cuyo relato no es propio de este texto- cancelaron el contrato, finalmente adjudicado al equipo, encabezado por David Chipperfield, que había obtenido el segundo premio y que ha rehabilitado el histórico edificio.

El edificio fue diseñado por Friedrich August Stüler, discípulo de Schinkel, en la llamada isla de los Museos (Museumsinsel) y su construcción se lleva a cabo a mediados del siglo XIX, durante casi veinte años. En el conjunto de la isla de los Museos se organizan, con mayor o menor fortuna, cuatro edificios de uso expositivo a espaldas del Altes Museum: La Alte Nationalgalerie, obra también de Stüler (1841), basada en un croquis del emperador Guillermo IV y construida entre 1866-1876; El Bode Museum, antiguamente Kaiser Friedrich-Museum, cuyas puertas se abrieron en 1904; El Pergamonmuseum, construido entre 1910 y 1930 según diseño de Alfred Messel y el Neues Museum, cuya rehabilitación y ampliación requerían las bases del concurso convocado.

Cinco aspectos fundamentales se requerían. El primero atañe a la reconstrucción del museo; los graves bombardeos acaecidos durante la Segunda Guerra Mundial supusieron la pérdida de dos alas del noroeste del edificio -que limitaban uno de los dos patios que definen el museo-, de la torre del ángulo sureste así como del cuerpo central de escaleras que articulaba ambos patios.

Una segunda exigencia, suscitada ya en fase de concurso y muy cuestionada durante el desarrollo del proyecto, reclamaba una conexión aérea –mediante la reconstrucción del puente destruido que había sido realizado también por Stüler- con el Altes Museum, que desfiguraba la exenta y canónica concepción del edificio de Schinkel.

La tercera cuestión que se planteaba demandaba la ampliación del edificio original en atención a la extensa colección objeto de exposición. De este extenso elenco –cuarto requerimientos- cabía destacar la exhibición de dos obras maestras: el busto de Nefertiti y los restos del templo de Tel el Amarna.

Una quinta exigencia exigía la creación de un recorrido integrado entre el Neues Museum y el Pergamon Museum: la propuesta debía resolver un recorrido breve que procurase una visita exclusiva a las piezas más relevantes de ambos museos y que puede resumirse de este modo: Templo de Tel El Amarna y el busto de  Nefertiti -en el Neues Museum- y la Calle de las procesiones, Puerta de Ishtar, Puerta del mercado de Mileto, Altar de Pérgamo  y la  fachada de  Mschatta -en la secuencia canónica del Pergamon-.

La propuesta del proyecto se puede dividir en dos partes: La primera trata de los criterios de reconstrucción del Neues y de su ampliación cuya problemática plantearé sucintamente; la segunda, no menos relevante pues afecta a la definición de ciudad, se refiere al complejo de los museos y es el resultado de la lectura crítica de su condición actual, de sus recíprocas relaciones y de su vinculación con la ciudad. El tratamiento de los problemas que surgen –cuya complejidad y extensión así lo aconsejan- se explicitan más adelante.

Con respecto al Neues Museum, se propone una reconstrucción en atención a la trama implícitamente contenida en el actual trazado del museo, como si se tratase por un lado de sus fragmentos destruidos y por otro del antiguo Packhofsanlage diseñado por Schinkel a espaldas del Altes Museum. Estas dos referencias guían la estrategia de proyecto del nuevo edificio e incluso determinan la expresión estilística del mismo, de modo que tanto la reconstrucción de los fragmentos derruidos como la ampliación (que pretende expresarse como estos), se liberan de todo ornamento y se definen mediante un material pobre, como el ladrillo cara vista, otorgando una apariencia incompleta. Su ampliación, necesaria por la gran cantidad de obras objeto de exposición, se enfrenta al hecho de la altamente masificada Isla de los Museos; la propuesta debe por tanto conciliar en la medida de lo posible esta contradicción.

Apoyándose en la tipología edilicia de edificio con un cuerpo central -el imponente espacio del antiquarium- y un patio a cada lado, la propuesta plantea dicho volumen como elemento que ordena el complejo espacial. El vaciado del antiguo hueco de escalera se destina a antiquarium de los elementos decorativos del anterior espacio bombardeado. Estos restos arquitectónicos, fragmentos y calcos evocan con su disposición en los paramentos que los contuvieron la memoria de un espacio desaparecido que ya no existe. La potencia de este espacio sirve para referencia y orientación del visitante, organizando las diversas colecciones que dentro del Neues Museum pueden ser contempladas. Los dos patios divididos por el gran espacio central, denominados originariamente patio egipcio y patio griego, se cubren con cristal y, fácilmente accesibles en planta baja, se proponen como salas de exposiciones temporales.

Desde el recuperado acceso que recae a la Kolonnadenhof, el eje ordenador de los espacios principales se prolonga –en planta baja- para enlazar con el edificio de ampliación que discurre paralelo al Kupfergraben. De este modo, se establece una secuencia formada por el vestíbulo, el antiquarium y una sala de considerable altura e iluminación cenital, cuyo objeto de exhibición es una de las piezas clave del Museo Egipcio: el Templo de Tel el Amarna. Este cuerpo transversal con iluminación cenital enlaza con el volumen lineal de la ampliación, junto al canal, que evoca la aduana proyectada por Schinkel en ese lugar –la Packhofanlage-, ajustada en su longitud a la del Neues Museum, del que es ampliación. En el eje de enlace se sitúa, como no podía ser de otra manera, la joya de la colección: el impresionante y exquisito busto de Nefertiti.

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