Rehabilitación de la «Casa del Xavo»

Para sede de la Tesorería General de la Seguridad Social.

Valencia 1998-2003

 

El edificio fue construido en 1928 por el arquitecto D. Enrique Viedma Vidal (1889-1959, título Barcelona 1915) para sede de la entonces llamada Caja de Previsión Social.

El lenguaje utilizado en este edificio de grandes dimensiones, recayente a tres calles del nuevo centro de la ciudad, se basa en el “casticismo” que Lampérez propone desde Madrid y que llega a nuestra ciudad entrada ya la tercera década del siglo XX cuando en los polos de Madrid y Barcelona esta tendencia “nacionalista” ya está en declive.

Esto puede explicar lo dubitativo de las soluciones aportadas en las que se mezcla el letargo neo-barroco en que se haya sumergida la burguesía valenciana, visible en la composición tripartita de las fachadas, con gran basamento almohadillado, a doble altura, y elemento intermedio en el que impostas verticales enlazan los huecos de balcones y un remate macizado con plafones en relieve y en elementos extraídos de  léxicos “nacionales”. Es el caso del extremo de la fachada de la Av. Marqués de Sotelo, tratado con una torre de eco casticista y sobre todo en el eje de la composición que estalla en el chaflán principal donde cuatro grandes columnas, rematadas con entablamento fraccionado, de tres plantas de altura, enmarcan el acceso y sirven de base para una variada y confusa secuencia de elementos típicos de la arquitectura barroca valenciana: los “casilicis” del Puente del Real, que encuadran un tercer templete octogonal de tres órdenes superpuestos.

Si el arquitecto Viedma ofrece soluciones que hemos llamado dubitativas en la resolución del lenguaje de la Casa del Xavo, por la utilización de una formas que comenzaban a ser arrumbadas en el panorama nacional  no por ello su resultado final deja de estar a la altura de los nuevos edificios que están definiendo el centro nuevo de Valencia. Y Viedma mostrará unos años más tarde su  capacidad de asunción de los nuevos lenguajes con la construcción de la Finca Roja  en el año 1935 en un momento en que la proliferación de la arquitectura moderna muestra la dinámica de la urbe.

El edificio, cuando la propiedad plantea su rehabilitación, se presenta en muy  mal estado de conservación. Fachadas exteriores: degradadas con los revocos en algunas zonas en mal estado. Elementos ornamentales, inexistentes o muy deteriorados, fundamentalmente las cresterias. El complejo remate del edificio  tuvo que ser  demolido en los años 60, aproximadamente, por el riesgo que suponía.

Estructuralmente el edificio presenta varias fisuras y grietas. En las catas realizadas se observa la pudrición de las viguetas metálicas de los forjados con problemas en los apoyos, lo que obligó en su día al desalojo de las plantas 2ª a 7ª.  Se trata de un edificio en su último tercio de vida, que presenta graves deterioros y lesiones importantes, en el que se han tenido que realizar demoliciones parciales como es el torreón del chaflán principal de la Av. Marqués de Sotelo.

 

PROPUESTA

Los objetivos básicos de la propuesta son dos. El primero, la repristinación de sus fachadas con todo el complejo entramado de elementos que la componen, en especial el conjunto del chaflán de acceso que recuperaría su potencia con la reconstrucción de todas las partes que han ido eliminándose conforme avanzaba su deterioro, recuperando sus carpinterías originales. Este objetivo no sólo se acuerda por la protección que el P.E.R.I correspondiente establece, sino además por el interés urbano del edificio que se traduce en el nombre popular de “Casa del Chavo” con el que se le conoce y que la Tesorería General de la Seguridad Social considera un compromiso con la ciudad recuperar.

Consecuencia de ello, el segundo objetivo que la rehabilitación plantea es la adecuación del interior a la función pública de la Tesorería, pero conjugando el sentido actual funcional con la obtención de espacios, en especial la secuencia planta baja, planta primera, acordes con el carácter del edificio.

Para ello se propone que la base  octogonal del gran templete central, del ángulo de acceso, recorra de arriba abajo el edificio provocando un vestíbulo de doble altura que dé fuerza y coherencia estructural al importante nudo que define el chaflán. Este espacio octogonal aparece en todas las plantas manteniendo la idea del conjunto manifestándose al exterior en el remate final.

El resto del edificio se plantea como una planta de oficinas diáfana con un núcleo de servicios y despachos cerrados a lo largo de la medianera y un núcleo de comunicaciones definido en un volumen tratado todo él en piedra natural que se remata al exterior en el mismo material, y absorbiendo en su interior las torres de ascensores y los espacios necesarios para albergar las instalaciones del edificio, de forma que desde la Estación del Norte (la perspectiva de mayor distancia del mismo), éstas queden ocultas tras el muro de piedra quedando ordenada la visión del conjunto supeditado al remate escultórico de los templetes reconstruidos.

Hay que añadir que el vestíbulo octogonal de doble altura del acceso a planta baja se refuerza con un segundo espacio de doble dimensión del que parte una escalera que, apoyándose en el muro de piedra natural del bloque de comunicaciones, enlaza con la primera planta, procurando una secuencia de espacios acorde con el uso publico de ambas plantas. Si el espacio octogonal es estucado con zócalo y pavimento de mármol, el segundo espacio de doble altura, es de piedra natural en las paredes y pavimento del mismo mármol.  En ambos espacios se reinsertan elementos de bronce y mármol labrados recuperados.

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Arquitecto Proyecto y Dirección: Manuel Portaceli .

Arquitectos Técnicos: Alfredo Paredes. / Angel Aznar.

Colaboradores: Francisco Fort Cubero, Arquitecto. / Juan Añon Gomez, Arquitecto. / Antonio Carratalá López, Ingeniero. / Rafael Martinez Sánchez, Arquitecto. / Gemma Martí Sanjuan, Arquitecto. / Harry Campbell Smith, Arquitecto. / José Ramón Tormo Illanes, Arquitecto. / Luisa Fernandez Rodriguez, Arquitecto. / Luis Martinez Jiménez, Arquitecto. / Alfonso Braulio Escribá, Arquitecto. / Enrique Argente Solís, Arquitecto.

Promotor: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

 

Bibliografía:

– “Manuel Portaceli: Arquitecturas 1971-2001”. TC Cuadernos nº 50., 2002. pág. 168

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Rehabilitación de la «Casa del Xavo»

Para sede de la Tesorería General de la Seguridad Social.

Valencia 1998-2003

 

El edificio fue construido en 1928 por el arquitecto D. Enrique Viedma Vidal (1889-1959, título Barcelona 1915) para sede de la entonces llamada Caja de Previsión Social.

El lenguaje utilizado en este edificio de grandes dimensiones, recayente a tres calles del nuevo centro de la ciudad, se basa en el “casticismo” que Lampérez propone desde Madrid y que llega a nuestra ciudad entrada ya la tercera década del siglo XX cuando en los polos de Madrid y Barcelona esta tendencia “nacionalista” ya está en declive.

Esto puede explicar lo dubitativo de las soluciones aportadas en las que se mezcla el letargo neo-barroco en que se haya sumergida la burguesía valenciana, visible en la composición tripartita de las fachadas, con gran basamento almohadillado, a doble altura, y elemento intermedio en el que impostas verticales enlazan los huecos de balcones y un remate macizado con plafones en relieve y en elementos extraídos de  léxicos “nacionales”. Es el caso del extremo de la fachada de la Av. Marqués de Sotelo, tratado con una torre de eco casticista y sobre todo en el eje de la composición que estalla en el chaflán principal donde cuatro grandes columnas, rematadas con entablamento fraccionado, de tres plantas de altura, enmarcan el acceso y sirven de base para una variada y confusa secuencia de elementos típicos de la arquitectura barroca valenciana: los “casilicis” del Puente del Real, que encuadran un tercer templete octogonal de tres órdenes superpuestos.

Si el arquitecto Viedma ofrece soluciones que hemos llamado dubitativas en la resolución del lenguaje de la Casa del Xavo, por la utilización de una formas que comenzaban a ser arrumbadas en el panorama nacional  no por ello su resultado final deja de estar a la altura de los nuevos edificios que están definiendo el centro nuevo de Valencia. Y Viedma mostrará unos años más tarde su  capacidad de asunción de los nuevos lenguajes con la construcción de la Finca Roja  en el año 1935 en un momento en que la proliferación de la arquitectura moderna muestra la dinámica de la urbe.

El edificio, cuando la propiedad plantea su rehabilitación, se presenta en muy  mal estado de conservación. Fachadas exteriores: degradadas con los revocos en algunas zonas en mal estado. Elementos ornamentales, inexistentes o muy deteriorados, fundamentalmente las cresterias. El complejo remate del edificio  tuvo que ser  demolido en los años 60, aproximadamente, por el riesgo que suponía.

Estructuralmente el edificio presenta varias fisuras y grietas. En las catas realizadas se observa la pudrición de las viguetas metálicas de los forjados con problemas en los apoyos, lo que obligó en su día al desalojo de las plantas 2ª a 7ª.  Se trata de un edificio en su último tercio de vida, que presenta graves deterioros y lesiones importantes, en el que se han tenido que realizar demoliciones parciales como es el torreón del chaflán principal de la Av. Marqués de Sotelo.

 

PROPUESTA

Los objetivos básicos de la propuesta son dos. El primero, la repristinación de sus fachadas con todo el complejo entramado de elementos que la componen, en especial el conjunto del chaflán de acceso que recuperaría su potencia con la reconstrucción de todas las partes que han ido eliminándose conforme avanzaba su deterioro, recuperando sus carpinterías originales. Este objetivo no sólo se acuerda por la protección que el P.E.R.I correspondiente establece, sino además por el interés urbano del edificio que se traduce en el nombre popular de “Casa del Chavo” con el que se le conoce y que la Tesorería General de la Seguridad Social considera un compromiso con la ciudad recuperar.

Consecuencia de ello, el segundo objetivo que la rehabilitación plantea es la adecuación del interior a la función pública de la Tesorería, pero conjugando el sentido actual funcional con la obtención de espacios, en especial la secuencia planta baja, planta primera, acordes con el carácter del edificio.

Para ello se propone que la base  octogonal del gran templete central, del ángulo de acceso, recorra de arriba abajo el edificio provocando un vestíbulo de doble altura que dé fuerza y coherencia estructural al importante nudo que define el chaflán. Este espacio octogonal aparece en todas las plantas manteniendo la idea del conjunto manifestándose al exterior en el remate final.

El resto del edificio se plantea como una planta de oficinas diáfana con un núcleo de servicios y despachos cerrados a lo largo de la medianera y un núcleo de comunicaciones definido en un volumen tratado todo él en piedra natural que se remata al exterior en el mismo material, y absorbiendo en su interior las torres de ascensores y los espacios necesarios para albergar las instalaciones del edificio, de forma que desde la Estación del Norte (la perspectiva de mayor distancia del mismo), éstas queden ocultas tras el muro de piedra quedando ordenada la visión del conjunto supeditado al remate escultórico de los templetes reconstruidos.

Hay que añadir que el vestíbulo octogonal de doble altura del acceso a planta baja se refuerza con un segundo espacio de doble dimensión del que parte una escalera que, apoyándose en el muro de piedra natural del bloque de comunicaciones, enlaza con la primera planta, procurando una secuencia de espacios acorde con el uso publico de ambas plantas. Si el espacio octogonal es estucado con zócalo y pavimento de mármol, el segundo espacio de doble altura, es de piedra natural en las paredes y pavimento del mismo mármol.  En ambos espacios se reinsertan elementos de bronce y mármol labrados recuperados.

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Arquitecto Proyecto y Dirección: Manuel Portaceli .

Arquitectos Técnicos: Alfredo Paredes. / Angel Aznar.

Colaboradores: Francisco Fort Cubero, Arquitecto. / Juan Añon Gomez, Arquitecto. / Antonio Carratalá López, Ingeniero. / Rafael Martinez Sánchez, Arquitecto. / Gemma Martí Sanjuan, Arquitecto. / Harry Campbell Smith, Arquitecto. / José Ramón Tormo Illanes, Arquitecto. / Luisa Fernandez Rodriguez, Arquitecto. / Luis Martinez Jiménez, Arquitecto. / Alfonso Braulio Escribá, Arquitecto. / Enrique Argente Solís, Arquitecto.

Promotor: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

 

Bibliografía:

– “Manuel Portaceli: Arquitecturas 1971-2001”. TC Cuadernos nº 50., 2002. pág. 168