Rehabilitación del Almudín de Xátiva

Xátiva (Valencia) 1983-1989

 

En el centro histórico de Xàtiva, junto al eje definido por la calle Corretgeria, se encuentra esta alhóndiga conformada alrededor de un delicado patio de un temprano estilo jónico. Destinada al depósito, contratación y venta de cereales, se trata en realidad de la ampliación de la primitiva. Aprobada en 1530 por el Consejo de la Ciudad, su ejecución se realiza entre 1545 y 1548. «L’ obra del present Almodi fon acabada en MDXLVIII» reza la inscripción coronada del acceso. En 1918, con la inclusión de una pequeña pinacoteca cívica, se convirtió en museo municipal.

El conjunto se ofrecía a nuestros ojos como un elenco de materiales diversos entre los que había elementos de indudable valor arqueológico. Las piezas estaban colocadas sobre los muros de la planta baja y alrededor del patio se ubicaban y almacenaban, sin orden alguno, fragmentos de arquitecturas procedentes de demoliciones. En la planta superior se colgaban pinturas de diferentes épocas, entre ellas un gran retablo, para cuya ubicación se alteró el impluvium de la cubierta original. El “vell Almodí” debía ser rehabilitado y sistematizado, posibilitando en cuanto museo lugar adecuado a  la colección pictórica y la exposición y puesta en relieve de sus piezas arqueológicas y arquitectónicas más significativas depositadas en él.

La intervención, realizada con el Prof. Giorgio Grassi, parte como no podía ser de otra forma de la lectura del edificio y de cómo éste se presenta inmediatamente antes de la actuación.  Resultado de las alteraciones sufridas a lo largo del tiempo, el Almodí  aparece como un bloque compacto, de dos plantas, cerrado entre dos muros de fachada que dan a estrechas calles paralelas. Se desarrolla alrededor de un pequeño patio porticado en planta baja con columnas jónicas (cuyos capiteles se presentan curiosamente girados 90º) y arcos de piedra, en relación de tres a uno (11x4m aproximadamente).

La planta superior, muy transformada, adolece de los elementos como cornisas, impostas y de una ordenación de huecos que la relacionen con el orden jónico inferior. Constituye una ampliación del edificio de planta baja, realizada en atención al uso museístico que se otorgó al edificio. Carece de la calidad de la arquitectura de la planta baja y no posee relación alguna con  ella; incluso su cubierta, transformada, había anulado la figura originaria del impluvium. Una escalera de madera, de considerable longitud, permitía la conexión entre la planta baja y la planta primera.

En consecuencia, el objetivo de la intervención es conseguir la unidad del espacio claustral relacionando ambas plantas a partir del orden establecido por la arcuación renacentista que lleva a ordenar axialmente a ésta la nueva fenestración pautada por las correspondientes impostas y cornisas que se manifiestan en negativo ante la imposibilidad  de caracteres estilísticos de la arquitectura actual.

La adaptación del edificio al programa actual museístico cuestiona, de nuevo, la idoneidad en la adaptación funcional del edificio histórico al nuevo uso. La colección se organiza en atención al recorrido, que en planta baja dispone de unos corredores elevados que permiten el acercamiento del espectador a las obras de arte expuestas a modo de antiquarium. Estas pasarelas posibilitan pues una contemplación más cercana de las obras para los estudiosos y son clave en la resolución de la conexión entre plantas. La escalera antigua, añadida e impropia en una esquina del deambulatorio del patio, presentaba una gran longitud, debido a la considerable altura que debía salvar; la nueva escalera de comunicación, vinculada a uno de las pasarelas, permite un discreto ascenso a la planta primera. En ésta, las obras se exhiben sobre los muros perimetrales, bajo la cubierta de madera restaurada y con su impluvium recuperado.

Interesa en este proyecto la relación espectador-obra de arte-recorrido: no solo los numerosos fragmentos arqueológicos y arquitectónicos son objeto de contemplación y aprecio; también el propio edificio –a través de su arquitectura y orden recuperados- se muestra como un objeto valioso cuyo injusto olvido reclama, hoy, nuestra valoración en un recorrido integrado: Desde las pasarelas de planta baja, cuya materialidad se distancia claramente de la obra antigua, se aprecia desde un punto de vista elevado e inédito el pequeño claustro renacentista que, mediante el adecuado tratamiento de sus paramentos interiores y la ordenación de los huecos y elementos arquitectónicos de la planta primera, aparece revalorizado en toda su magnificencia.

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Arquitectos Proyecto y Dirección: Manuel Portaceli. / Giorgio Grassi.

Arquitecto Técnico: Pedro Julián Armengod.

Colaboradores: Lourdes García Sogo, Arquitecto.

Empresa constructora: Construcciones Minguet. Valencia.

Promotor: Ministerio de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte.

 

Fotografías: Joan Fontcuberta. / J. L. Perales.

Premios:

– Premio de Arquitectura. Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana. Valencia, 1985.

Bibliografía:

– Arquitectura nº 263, 1986.

– Domus nº 677, 1986.

– Premios de Arquitectura COACV 1985. Valencia. Colegio Oficial de  Arquitectos de la Comunidad Valenciana, 1987.

– Ros, J. Ll., “Arquitectura: nova imatge amb sintaxi antiga», Batlia nº 6, 1987

– Habitar, Enero 1988.

– Grassi, G.: “Architettura, Lingua Morta”, Quaderni di Lotus nº 9, 1988.

– Arquitectura y Vivienda nº16, Monográfico,  1988.

– Restauración y Análisis Arquitectónico. Sevilla 1989.

– Ginés, E. «Las claves de la escuela valenciana. Un repaso sin militancias sobre las arquitecturas de  aquí». Habitar 7‑VII‑90.

– AA.VV. Monumentos y Proyectos. Madrid, Ministerio de Cultura , Dirección de Bellas Artes y Archivos 1990. pág. 198.

– Insausti, P. Vetges Tu i Mediterrània, Valencia. Archivo de la Comunidad Valenciana. 1970‑1990. Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana,1991.

– Arquitectura Valenciana. La década de los ochenta. IVAM.  Centre del Carme. Valencia Edición a cargo de: Pilar Insausti, Amando Llopis, 1991. pág. 278

– Insausti, P. y Llopis A. La arquitectura de los ochenta en la Comunidad Valenciana, en el Arte  Valenciano en la década de los ochenta. Valencia.  Asociación  Valenciana de Críticos de Arte, 1991.

– Guía de Museos de la Comunidad Valenciana. Valencia. Consellería de Cultura, Educación y Ciencia.    Generalidad Valenciana, 1991, pág. 277.

– Urrutia, A. Arquitectura Española Siglo XX. Madrid. Cátedra,  1997, pág: 709.

– “Manuel Portaceli: Arquitecturas 1971-2001”. TC Cuadernos nº 50.  2002. pág. 84.

– AAVV,Museos de España, Tomo II,  Summa Artis, Ed. Espasa Calpe, Madrid, 2006, pp. 381

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Rehabilitación del Almudín de Xátiva

Xátiva (Valencia) 1983-1989

 

En el centro histórico de Xàtiva, junto al eje definido por la calle Corretgeria, se encuentra esta alhóndiga conformada alrededor de un delicado patio de un temprano estilo jónico. Destinada al depósito, contratación y venta de cereales, se trata en realidad de la ampliación de la primitiva. Aprobada en 1530 por el Consejo de la Ciudad, su ejecución se realiza entre 1545 y 1548. «L’ obra del present Almodi fon acabada en MDXLVIII» reza la inscripción coronada del acceso. En 1918, con la inclusión de una pequeña pinacoteca cívica, se convirtió en museo municipal.

El conjunto se ofrecía a nuestros ojos como un elenco de materiales diversos entre los que había elementos de indudable valor arqueológico. Las piezas estaban colocadas sobre los muros de la planta baja y alrededor del patio se ubicaban y almacenaban, sin orden alguno, fragmentos de arquitecturas procedentes de demoliciones. En la planta superior se colgaban pinturas de diferentes épocas, entre ellas un gran retablo, para cuya ubicación se alteró el impluvium de la cubierta original. El “vell Almodí” debía ser rehabilitado y sistematizado, posibilitando en cuanto museo lugar adecuado a  la colección pictórica y la exposición y puesta en relieve de sus piezas arqueológicas y arquitectónicas más significativas depositadas en él.

La intervención, realizada con el Prof. Giorgio Grassi, parte como no podía ser de otra forma de la lectura del edificio y de cómo éste se presenta inmediatamente antes de la actuación.  Resultado de las alteraciones sufridas a lo largo del tiempo, el Almodí  aparece como un bloque compacto, de dos plantas, cerrado entre dos muros de fachada que dan a estrechas calles paralelas. Se desarrolla alrededor de un pequeño patio porticado en planta baja con columnas jónicas (cuyos capiteles se presentan curiosamente girados 90º) y arcos de piedra, en relación de tres a uno (11x4m aproximadamente).

La planta superior, muy transformada, adolece de los elementos como cornisas, impostas y de una ordenación de huecos que la relacionen con el orden jónico inferior. Constituye una ampliación del edificio de planta baja, realizada en atención al uso museístico que se otorgó al edificio. Carece de la calidad de la arquitectura de la planta baja y no posee relación alguna con  ella; incluso su cubierta, transformada, había anulado la figura originaria del impluvium. Una escalera de madera, de considerable longitud, permitía la conexión entre la planta baja y la planta primera.

En consecuencia, el objetivo de la intervención es conseguir la unidad del espacio claustral relacionando ambas plantas a partir del orden establecido por la arcuación renacentista que lleva a ordenar axialmente a ésta la nueva fenestración pautada por las correspondientes impostas y cornisas que se manifiestan en negativo ante la imposibilidad  de caracteres estilísticos de la arquitectura actual.

La adaptación del edificio al programa actual museístico cuestiona, de nuevo, la idoneidad en la adaptación funcional del edificio histórico al nuevo uso. La colección se organiza en atención al recorrido, que en planta baja dispone de unos corredores elevados que permiten el acercamiento del espectador a las obras de arte expuestas a modo de antiquarium. Estas pasarelas posibilitan pues una contemplación más cercana de las obras para los estudiosos y son clave en la resolución de la conexión entre plantas. La escalera antigua, añadida e impropia en una esquina del deambulatorio del patio, presentaba una gran longitud, debido a la considerable altura que debía salvar; la nueva escalera de comunicación, vinculada a uno de las pasarelas, permite un discreto ascenso a la planta primera. En ésta, las obras se exhiben sobre los muros perimetrales, bajo la cubierta de madera restaurada y con su impluvium recuperado.

Interesa en este proyecto la relación espectador-obra de arte-recorrido: no solo los numerosos fragmentos arqueológicos y arquitectónicos son objeto de contemplación y aprecio; también el propio edificio –a través de su arquitectura y orden recuperados- se muestra como un objeto valioso cuyo injusto olvido reclama, hoy, nuestra valoración en un recorrido integrado: Desde las pasarelas de planta baja, cuya materialidad se distancia claramente de la obra antigua, se aprecia desde un punto de vista elevado e inédito el pequeño claustro renacentista que, mediante el adecuado tratamiento de sus paramentos interiores y la ordenación de los huecos y elementos arquitectónicos de la planta primera, aparece revalorizado en toda su magnificencia.

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Arquitectos Proyecto y Dirección: Manuel Portaceli. / Giorgio Grassi.

Arquitecto Técnico: Pedro Julián Armengod.

Colaboradores: Lourdes García Sogo, Arquitecto.

Empresa constructora: Construcciones Minguet. Valencia.

Promotor: Ministerio de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte.

 

Fotografías: Joan Fontcuberta. / J. L. Perales.

Premios:

– Premio de Arquitectura. Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana. Valencia, 1985.

Bibliografía:

– Arquitectura nº 263, 1986.

– Domus nº 677, 1986.

– Premios de Arquitectura COACV 1985. Valencia. Colegio Oficial de  Arquitectos de la Comunidad Valenciana, 1987.

– Ros, J. Ll., “Arquitectura: nova imatge amb sintaxi antiga», Batlia nº 6, 1987

– Habitar, Enero 1988.

– Grassi, G.: “Architettura, Lingua Morta”, Quaderni di Lotus nº 9, 1988.

– Arquitectura y Vivienda nº16, Monográfico,  1988.

– Restauración y Análisis Arquitectónico. Sevilla 1989.

– Ginés, E. «Las claves de la escuela valenciana. Un repaso sin militancias sobre las arquitecturas de  aquí». Habitar 7‑VII‑90.

– AA.VV. Monumentos y Proyectos. Madrid, Ministerio de Cultura , Dirección de Bellas Artes y Archivos 1990. pág. 198.

– Insausti, P. Vetges Tu i Mediterrània, Valencia. Archivo de la Comunidad Valenciana. 1970‑1990. Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana,1991.

– Arquitectura Valenciana. La década de los ochenta. IVAM.  Centre del Carme. Valencia Edición a cargo de: Pilar Insausti, Amando Llopis, 1991. pág. 278

– Insausti, P. y Llopis A. La arquitectura de los ochenta en la Comunidad Valenciana, en el Arte  Valenciano en la década de los ochenta. Valencia.  Asociación  Valenciana de Críticos de Arte, 1991.

– Guía de Museos de la Comunidad Valenciana. Valencia. Consellería de Cultura, Educación y Ciencia.    Generalidad Valenciana, 1991, pág. 277.

– Urrutia, A. Arquitectura Española Siglo XX. Madrid. Cátedra,  1997, pág: 709.

– “Manuel Portaceli: Arquitecturas 1971-2001”. TC Cuadernos nº 50.  2002. pág. 84.

– AAVV,Museos de España, Tomo II,  Summa Artis, Ed. Espasa Calpe, Madrid, 2006, pp. 381